Paseo presidencial

-Buenos días. ¿Ya estamos todos?

-Buenos días. Todavía falta alguien, señor Ernesto. Su café.

-Gracias.

Haciendo deporte y vestidos para la ocasión

Este fin de semana hemos podido ver, por los medios, la imagen del Presidente de Gobierno paseando por su lugar de veraneo –suerte que tiene que puede veranear, otros no pueden ni dar de comer a los hijos. Así es la vida, el bribón al bollo y el casto al hoyo- seguido del sequito de peloteros lame ojetes.

Que bien que paseaban, todos juntos en unión, como debe de ser. Con que destreza y aplomo se movían. Erguidos todos ellos, con la cabeza bien alta, diciendo ¡Viva “E-paña.”

En este país el que pasa hambre y calamidades es porque quiere. Porque no sabe ser un pelota rastrero.

Lo peor de todo es que, según parece ser, es del Presidente de donde ha surgido la brillante idea –como todas- de convocar a la prensa para la sesión de fotos del paseo. Aunque en la nota tubo un pequeño fallo, una “chiquillada” sin importancia, la omisión de que, ya que los periodistas se habían molestado en acudir a su llamada fotográfica, que menos que responder ante las preguntas que les viniera en gana efectuarle. En fin, no tiene más importancia, esos muchachos de la prensa siempre están molestando.

Es que Don Mariano, en el fondo, es un “chiquillo,” como esos de las juventudes de su partido –PP- que publican videos donde los jóvenes militantes se ven efectuando el saludo fascista y con banderolas y símbolos nazis. Lo dicho “chiquilladas.”

La España del siglo XXI es una nación de la UE en la que, según dicen, se vive en la mayor democracia del mundo, y en libertad. Pero también se mira hacía uno mismo desviando la vista de quien tenemos a nuestro lado, por si acaso hubiera que ayudar. Es un lugar en el que el robo esta institucionalizado, -me refiere al llamado robo de “guante blanco”– donde la ayuda a Grecia, Portugal y España es una invasión en toda regla por el poder económico en vez del de las armas. El resultado final es el mismo, la hambruna de la guerra, en mayor o menor grado.

Mientras, el Presidente de Gobierno llama a la prensa para que le fotografíen paseando durante sus vacaciones estivales, el pueblo tiene que organizarse, por su cuenta, para dar de comer a sus niños y a gente que ha sido desahuciada de la sociedad. Eso sí, el futuro, las juventudes del partido que gobierna, se dedica hacer chiquilladas, con las que nos ponen los pelos de punta a todos.

En está España, yo, no quiero estar, ¿y vosotros?

-Hasta mañana.

-Hasta mañana señor Ernesto.

Me pongo la boina y me voy del café.

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