Celebración de la Diada

-Buenos días

-Buenos días señor Ernesto. Su café

-Gracias.

Ayer, un pueblo salio a la calle para pedir el derecho a su libertad que, guste o no, a nadie se le debe coartar.

Barcelona, acogió un millón y medio de manifestantes (cifra oficial) procedentes de toda Catalunya. Si tenemos en cuenta que somos siete millones representa que un 20% salio a la calle.

Es cierto que fue una manifestación lúdica, familiar, llena de alborozo, donde los que acudimos nos regocijamos de estar pidiendo algo en la vía pública, que no nos van a dar pero, al menos no nos muelen a palos. Verán, antes tampoco nos daban lo que pedíamos y a cambio nos llenaban de estacazos. Claro que, nos mantenía en forma debido a las carreras que hacíamos delante los grises, que es como se llamaba a la policía en aquel tiempo. Algo hemos ganado.

Los que tienen que tener cuidado, en estos tiempos, son los políticos. Un millón y medio de personas (datos oficiales, seguro que fueron más) chillando en la calle son muchas personas y, si las cosas se ponen feas pueden ser muchas más. Esa cantidad de almas no pide, exige, y corren pero no delante, como cuando solo son unos cientos, ese número de almas en pena, corren detrás. Detrás de policías y políticos.

Ayer el pueblo catalán dijo a España que, si no la quieren, que la dejen estar. Según algunos presidentes de gobiernos autónomos, que no sus gentes, no confundir, somos insolidarios, tacaños, solo hacemos que pedir. Pues muy bien, para eso está el divorcio, unos por allí y los otros por aquí. ¿Dónde está el problema? No es legal ¿Quién lo dice? Un acuerdo Constitucional. Pues se cambia el acuerdo y en paz. O acaso ahora me van hacer creer que la Constitución es cosa de inspiración divina.

Miren ustedes, en este país, en trescientos años no ha cambiado nada, ni siquiera las cortinas de los palacios. Todavía tenemos un Rey con mando en las fuerzas armadas, la misma corrupción de aquellos tiempos, la del amiguismo y quien manda es Castilla.

Ayer, en una manifestación sin precedentes, el pueblo de Catalunya dijo basta. Ni Constitución, ni legalidad, ni leches. Os estáis llevando nuestro dinero, no nos dais ni para que nos compremos una bolsa de pipas para cuando vamos al Camp Nou, y encima nos llamáis insolidarios. Iros hacer puñetas, y dejarnos en paz. ¡Independencia, ya! Fue el grito de los catalanes en la tarde del 11 de septiembre de 2012. Que los políticos no olviden la fecha porque esto no se ha acabado.

-Hasta mañana

-Hasta mañana señor Ernesto

Me pongo la boina y me voy del café.

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