En el mundo no hay nada más injusto
que me quieran aplicar la justicia
ya que, siempre en nada me beneficia
porque nunca, nunca, cae a mi gusto
más, si el aplicador es un vetusto.
Si un mono, un día, se mira en espejo
el primate se quedará perplejo,
esperando ver apuesto galán,
contra su figura arremeterá,
y se abatirá solo ante un complejo.
Cómo, del fruto prohibido
adquiero conocimiento
y desde mi nacimiento,
hayo en mono más sentido
que en justicia lo debido.
Eduard Martínez-Lledó
mayo 2024
Etiquetas: poesías, poemas, relatos cortos, relatos, microrelatos
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