Abramos la puerta

Hay que dar paso a la juventud o el mundo será de viejos permanentemente, como agua estancada que no se renueva al faltar la fuerza del río que corre y cae por la catarata.

Las informaciones procedentes de la prensa y cadenas de TV rosa continuamente inundan con noticias de gente de la farándula que se representan dentro del cartel de actuación, como jóvenes, e incluso, jovencitas o jovencitos, quitándoles papel a los actores noveles. A veces actores y actrices que rondan la sesentena.

Pienso que se atrincheran en el arte de la cirugía estética, para querer ahuyentar lo inevitable, la vejez.

No quiero decir que esté en contra de ese tipo de cirugía, ni de la estética, simplemente que la misma se puede mantener de acuerdo a la edad del momento que se vive, sin necesidad de volver a la época pasada.

Aunque eso no pasa únicamente con el mundo de la farándula, también se suele hallar en la política. El mundo político está lleno de líderes, los más jóvenes sesentones, incluso habiendo doblado la cuarentena y que se intenta reivindicar corriendo al salir al estrado. Lo que hace que la juventud, tan necesaria para rejuvenecer las ideas y, así, el avance social y tecnológico del mundo, no le llegue su oportunidad, y cuando le llega, resulta que son ellos lo que impiden el paso. Por ahí corre un refrán que dice “antes de entrar, dejen salir”, como nadie sale, nadie puede entrar.

Si al cuerpo se le ponen puertas que se cierran, nunca se renovará el aire y respiraremos atmósfera viciada, contaminada, propia para engendrar plagas.

Miremos por un momento, países enfrascados en mantener guerras, EE.UU, RUSIA, ISRAEL, IRÁN, etcétera, se podría continuar, quien me lea, que compruebe la edad de sus caudillos, porque son caudillos.

Una vez un escritor, de los grandes, mallorquín por más señas, me dijo “Si el mundo follara más habría menos guerras” Sabias palabras.
La juventud ha sido siempre el avance de la humanidad, abramos la puerta para que entre.

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