Quien iba a decir que aquel niño que nació en Patara, región de Licia, hoy territorio turco, y que llego a ser Obispo de la fe Cristiana en la que le educaron sus padres, llegaría a ser santo y montaría el lío de la Navidad.
Quien iba a decir que aquel niño que nació en Patara, región de Licia, hoy territorio turco, y que llego a ser Obispo de la fe Cristiana en la que le educaron sus padres, llegaría a ser santo y montaría el lío de la Navidad.
Un niño escoge su juguete,
otro busca en la basura que comer;
un tercero ríe sano, feliz y satisfecho
entre cobijas de seda y de algodón,
mientras gime con hambre y sin un techo
un niño al que la vida negó todo derecho
desde el momento mismo de nacer.
un tercio de la humanidad tendrá esta noche
champaña, pavo, regalos, panetón
y quizá la cuarta parte haga derroche
de aquello que la vida le dió con bendición
pero sin techo, muerto de frío y harapiento
esta noche un niño resentido y muy hambriento
levantará sus pequeños puños contra el cielo
convencido de que Dios no tiene corazón.
No permitamos que se cometa esa injusticia
contra nuestro divino padre y creador
compartamos lo que la vida nos ha dado
y brindemos ayuda con alegría y con calor
hagamos de este, un mundo mejorado
con la fuerza omnipotente del amor.
Pedro Miguel Castro Ramírez
Castilla, Piura, Perú
Autor: Pedro Miguel Castro Ramírez
Castilla, Piura, Perú
Página Facebook del autor: http://www.facebook.com/corazondepoeta071055
-Buenos días. Que tal las fiestas Paco
-Bien señor Ernesto. Y usted
-También bien, como siempre
-Su café
-Gracias
En la fiesta de Navidad desde hace algún tiempo me vienen recuerdos de mi infancia. No precisamente por los regalos que recibía que, entonces no era tradición hacerlos, al menos entre la clase menesterosa que éramos la mayoría de la población trabajadora. Eso si había que estrenar alguna cosa porque “per Nadal qui res estrena res val” (Por Navidad quien nada estrena nada vale) según dice el refrán catalán. Por eso siempre caía, una camisa, unos calcetines o unos calzoncillos, la cuestión no era el regalo, sino estrenar para mantener la ilusión de ser algo, aunque la única manera de ser algo no eran los obsequios, sino la lucha clandestina para que, al menos después de la muerte del dictador, callera con él la dictadura.
-Buenos días
-Buenos, señor Ernesto, El café
-Gracias
El niño de seis años pasea de la mano del abuelo por unos grandes almacenes de la ciudad mirando atónito la cantidad de juguetes expuestos para que los pida a papa Noel, a los Reyes Magos o, a las dos que de todo hay en la sociedad consumidora en que estamos sumidos. Los hay de todas las maneras, trenes que corren por las vías, coches teledirigidos, incluso aviones que accionando un mando vuelan. Abunda una especie de muñecos espaciales cargados de municiones por todas partes para matar a los seres malos que invaden la tierra. Para las niñas los muñecos son diferentes. Yo, les llamo Peponas, pero son unas peponas muy sofisticadas no como con las que jugaban las niñas de la época del abuelo. También hay muñequitas bebes, las de hoy en día hacen pipi y caca. Y las hay de mayores, con un cuerpo que ya querrían muchas mujeres para sí mismas.
Los ciudadanos de este país estamos cayendo en el pasotismos y eso es muy peligroso. Los jóvenes de 1975 sabemos mucho de lo que ha costado recobrar la libertad y la democracia para que ahora veamos como se pierde en pos de, “todos los políticos son iguales”, “la política es un mierda”, “no podemos hacer nada”, “cada uno tiene que mirar por lo suyo”, etc., etc. Por suerte al final se supo comprender que no todos los políticos son iguales, que la política no es ninguna mierda, sino todo lo contrario, que podemos hacer y mucho, como ya hicimos en su momento y que necesitamos la unidad entre todos para avanzar entre ese enjambre de sinvergüenzas, aprovechados de las circunstancias y, delincuentes de guante blanco.
Si caemos en el pasotismo, entre nosotros se instalara la dicta-democracia o dictadura blanda como le queramos llamar, pero dictadura al fin. Hay demasiados ejemplos en el mundo de estos sistemas políticos, lo que no voy hacer es denunciarlos aquí, creo que los que me lean serán lo suficientemente creciditos para saber de que países hablo. Es muy fácil pronunciar la palabra democracia, lo difícil, es practicarla.
No todos los políticos son iguales hay muchos que luchan por la sociedad. Si es verdad en cambio que hay otos muchos de podridos y que no son apartados por que de ciudadanos podridos y pasotas hay muchos más, que no están en política porque no pueden.
La política no es ninguna mierda, la mierda en todo caso son esos que permiten que lo sea y, al párrafo anterior me remito.
Se pueden hacer muchas de cosas, como hicimos en su día para traer la libertad y la democracia. Una de ellas es limpiarnos las lagañas de los ojos y darnos cuenta de que no estamos ciegos. Los jóvenes tenéis que seguir luchando como hicieron vuestros precursores, y los padres apoyándolos y, enseñándoles la historia para que no se repita, aunque sea blanda.
En estos días muchos hablan de paz, algunos acuden a las iglesias adorar al niño –mas valdría que lo metieran en un horno, saldría más dorado- las felicitaciones y los besos corren por doquier rociados de buen cava, o mejor champang, es mas chic.
Mi boina no puede felicitar a nadie mientras en este país se encuentre un solo parado sin derecho al trabajo, -hablo de derecho al trabajo, no con migajas de protección- gente que duerme sin techo o, ladrones que salen a la calle, aunque sea bajo fianza. No es lo mismo un carterista que roba en un transporte urbano que quien lo hace desde el poder que le da un cargo público.
No estamos ciegos, lavémonos las lagañas de los ojos y a ver, como podemos acabar con el cáncer que tenemos entre nosotros.
Unidad y fuerza, en 2010 todos a la calle.